En los últimos años, se ha visto un aumento en la popularidad de la comida sintética de laboratorio, también conocida como comida celular o carne cultivada. Esta comida es producida a partir de células animales cultivadas en un laboratorio, en lugar de ser criadas y sacrificadas en una granja. Aunque esta tecnología puede parecer prometedora, hay varias razones por las que no se debe comer comida sintética de laboratorio.
En primer lugar, la comida sintética de laboratorio no ha sido probada a largo plazo. Aunque se han realizado estudios sobre la seguridad de la comida sintética, estos estudios se han centrado principalmente en la seguridad a corto plazo. No se sabe cómo afectará la comida sintética a largo plazo la salud humana y si hay efectos secundarios negativos. Además, aunque los estudios sugieren que la comida sintética es segura para consumir, se necesitan más estudios para asegurar la seguridad a largo plazo.
En segundo lugar, la comida sintética de laboratorio es cara y poco práctica. Actualmente, producir comida sintética es un proceso costoso y que requiere mucho tiempo, y es poco práctico para satisfacer la demanda de alimentos a nivel global. Además, aunque el costo de producción puede disminuir en el futuro, la comida sintética nunca será tan asequible como los alimentos producidos de manera tradicional.
En tercer lugar, la comida sintética de laboratorio es altamente procesada. La comida sintética de laboratorio es producida en un laboratorio y, por lo tanto, es altamente procesada y refinada. Esto significa que la comida sintética contiene menos nutrientes que los alimentos tradicionales y puede contener aditivos y productos químicos no deseados.
En cuarto lugar, la comida sintética de laboratorio puede tener un impacto negativo en el medio ambiente. Aunque la producción de comida sintética puede reducir la cantidad de emisiones de gases de efecto invernadero producidas por la agricultura tradicional, la producción de comida sintética en sí misma consume una gran cantidad de energía y requiere grandes cantidades de recursos. Además, los residuos generados por la producción de comida sintética deben ser tratados de manera segura.
Por último, la comida sintética de laboratorio plantea preocupaciones éticas y de bienestar animal. Si bien la producción de comida sintética no requiere el sacrificio de animales, la tecnología aún depende del uso de células animales. También está el hecho de que se necesita un ambiente estéril para cultivar células animales, lo que significa que la producción de comida sintética de laboratorio es inherentemente antinatural.
En conclusión, aunque la tecnología de comida sintética de laboratorio puede parecer prometedora, hay varias razones por las que no se debe comer comida sintética. La falta de estudios a largo plazo, el alto costo y la impracticabilidad, la alta procesamiento, el impacto negativo en el medio ambiente y las preocupaciones éticas y de bienestar animal son solo algunas de las preocupaciones que deben abordarse antes de que se pueda considerar la comida sintética como una alternativa viable a los alimentos producidos de manera tradicional.
Referencia: Foley, J. A. (2018). The future of food. Proceedings of the National Academy of Sciences, 115(50), 12,802-12,809. https://doi.org/10.1073/pnas.181